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Historia


En 1525 el emperador Carlos V emitía varias cédulas desde Toledo con el expreso deseo de construir un convento de monjas en Jamilena. Para esta construcción, que posteriormente pasó a ser iglesia parroquial se utilizó la piedra de un antiguo castillo musulmán, reformado posteriormente por la Orden Calatrava, cuya cruz centra el escudo heráldico de esta población.

La construcción de este castillo musulmán se enmarca en las conquistas de Fernando III el Santo. La conquista y cesión de Martos a la orden de Calatrava impulsó a los musulmanes de las ciudades de Yayyan (Jaén) y Aryuna (Arjona) a construir numerosas fortificaciones para proteger los caminos que unían a ambas; una de éstas fue la de Jamilena. Este castillo duró poco bajo el dominio musulmán pues, desde la misma época de Fernando III, pasó definitivamente a engrosar las posesiones de la Orden de Calatrava.

A lo largo de la Edad Moderna la vida en la localidad se caracterizó, aparte de por su pertenencia a la Orden de Calatrava, y la lenta y tortuosa construcción de su iglesia, por una economía de subsistencia y crisis de carestías.

Este panorama perduró hasta finales del siglo XIX y principios del XX, cuando se produce un florecimiento de su economía, con una recuperación de las superficies cultivadas y la progresiva introducción del olivar. A esta recuperación económica corrió paralelo un aumento y consolidación de su población, que a la altura de 1900 alcanzaba los 2.514 habitantes, y que continuó a lo largo del siglo XX, contabilizándose 4.030 habitantes en 1940.




Ayuntamiento de Jamilena

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